En la India se enseñan estas cuatro leyes de la espiritualidad, seguramente en algún momento habrás escuchado de ellas, pero el asunto es que nunca llegan a tu vida por casualidad. Una vez alguien me dijo que son bastante lógicas y que no merecen ser reflexionadas o que no añaden nada nuevo al conocimiento, porque se suponen en el sentido común, a lo que respondí: “Así como las bases que soportan los edificios se suponen y ya no se toman en cuenta una vez se pinta la fachada, las cosas más simples, suelen ser las más importantes, aún cuando ya dejen de observarse”.

 

Estoy seguro que cada una de estas leyes tiene una inmensa riqueza en su sabiduría y que aquello que digamos de ellas nunca será suficiente, porque su tesoro no está en la complejidad de nuestro entendimiento sino en lo simple y su meditación.

1- "La persona que llega es la persona correcta", es decir, que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

¿Cuántas veces hemos pensado, dicho o escuchado frases como: esa no era la pareja o el trabajo para ti? Incluso hay quien lo dice de su casa, país o familia… El resultado: Una batalla permanente con el pasado que no permite el desarrollo personal.

Cada persona en la vida es un maestro. En algunos casos somos alumnos y en otros somos maestros de otros. Siempre a lo que resistimos persiste en nuestra vida, y es la causa del sufrimiento (la intensidad del sufrimiento dependerá del grado de resistencia al momento presente) así que la vida nos seguirá poniendo personas de quienes no soportamos algo para aprender y hasta que no lo aprendamos no nos graduaremos en ese aspecto. Así como cuando reparamos alguna materia, del mismo modo repetimos una y otra vez las mismas situaciones cuando asumimos que aquellas personas que pasan por nuestra vida, son en el mejor de los casos, accidentes (cuando creemos que no depende de nosotros) o cuando las valoramos como malas o buenas elecciones.
O bien, se nos pone en el camino a personas que se convierten en una linterna de luz que alumbran nuestro camino y nos guían hacia donde debemos ir y no por donde nosotros creíamos que debía de ser.

Toma en cuenta que lo que te molesta de alguien es lo que quizás debas trabajar en tu vida y además siempre suma lo bueno de cada persona, es aquello que reconocemos en el otro porque está en nosotros latiendo o rugiendo como una bestia encarcelada o reprimida.
De todos aprendemos, el chiste es identificar qué es lo que los demás aportan a nuestro camino y crecimiento.

Cuando esa persona ha creado un dolor en ti, no se trata de permanecer en el dolor o responder desde el dolor con más violencia. Una vez la emoción se enfría un poco, entender que esa persona ha llegado a tu vida para enseñarte que eres más que esa situación, es el primer paso para ir al segundo: El Perdón.

Invocar el olvido no es perdonar, es aumentar las posibilidades de que repitas las mismas situaciones con la misma persona o con otra diferente. En este sentido “pasar la página” es honrar a esa persona, agradeciendo la lección (aún cuando para nosotros haya sido de la peor manera).

Pasar la página es no prolongar el dolor convertido en sufrimiento, es romper las cadenas del pasado, es disminuir el grado de resistencia, es asumir que una vez aprendida la lección ahora tienes fortaleza.
Honremos entonces a todas las personas que han marcado nuestra vida, porque ellos han sido verdaderos maestros.

 

 

Namasté
 

 

Entrevista del 15/09/2014 11:09 AM

Maryuris Padrino y Pedro Rincón en el programa "Con la música por dentro" de 100.5 FM en la ciudad de Maracay en Venezuela, conversan con Adrián García, Director y Editor del portal paraelespiritu.com sobre las 4 Leyes de la Espiritualidad, editorial del día 15/09/2014.

 

 

 

Adrián García | @adriangarcia_

 

 

 

Powered by CComment